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sábado, 12 de noviembre de 2011

DIOMEDES AUSENTE




DIOMEDES AUSENTE


¿Cómo se escribe el obituario de uno mismo?
Ricardo (Rico) Ríos

No consigo despertar en Mérida
Sin pensar que viene,
Que viene por mí, a vacilar,
A reír, a consolarnos de nuestras mismas desgracias.

Me niego.

Allí tiene que estar tocando la puerta,
Cargado de ecuaciones, paraboloides, poesías y
Con pasos de música brava caribeña.
Con oceánico acento del oriente venezolano,
De impecable presencia matemática. Con su Morro de Puerto Santo,
Acalorando “El Modulor” de Le Corbusier o
Con su sabrosa discusión sobre asuntos de poética
Y profunda filosofía.

Altazor.

¡Bárcenas! Este amanecer es duro.
Diómedes, qué va ser de nosotros
Sin tu incansable alegría y vida. Estupor, estudio, trabajo
Y la más sabia humildad.

No es explicable tan rotunda ausencia,
Así como es impensable la furia que me provoca este silencio.

Espero, de verdad, que llegaré a tu momento de nuevo.
Solo así, me lo perdono.
Diómedes qué difícil este mundo sin ti.

Un trago de ron, café
Y literatura.

Qué amargo bolero tu escapada.

Mi corazón es un aguacero.









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