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miércoles, 25 de mayo de 2011

A propósito de las desgracias...

A LOS VECINOS DE LORCA, CON AMOR Y RESPETO.


UN LUGAR DE SOL NACIENTE
Un siglo en tu regazo
sin patria
sin amigos
sin camino que pueda emprender
Qué delirio, el territorio de la oscuridad
Ko Un, En tu regazo

Lugar sereno,
secreto
frente al mar.
Japón Korea Vietnam China.
Personas circunspectas.
Plantas aromáticas.
Un lugar de sol naciente.

Cada sombra acontece
paralela a las luces,
noche negra que impartes dolor:
La grieta oscura también existe,
de sobra, en mis diástoles sístoles.

Escriben los espacios de
las nieves y las lunas.
ese naranjo en flor,
este aullido de perro,
esta persecución.

Al lado de Ko Un
poeta oriental profundo,
porque es sencillo
como su sabiduría antepasada.

Las islas se hermanan en su continuo
andar de los océanos.
Archipiélagos profundos. Tierras.
Frío al norte,
frío al sur
y esta lluvia de palabras
que recuerdan la aventura
asiática vital más allá,
del siempre más allá,
de Eugenio Montale,
que enhebraba palabras
con el cielo.
A propósito
de la poética de la desgracia.


lunes, 16 de mayo de 2011

ENTRE DOS AGUAS


























a mis hermanos



La cabalgata más extraña
de jinetes salpicados de mar

Gelindo Calligaro Casasola


Poblados de corceles callados. Jardín de la 41, San Francisco.
La calle. El parque Tibisay.
Bajo  la brisa un  río, el gran río Albarregas.
Ruidos de colibrí, cayenas, pinos, rosas, verdes y pomarrosas.
Estampidas de pájaros
y un perro sobre un muro.

Esa calle es de estrellas y cielo enamorado.

Cuando era niño: era Mérida.
Una ciudad tremenda:
un útero,
un latido,
un adverbio encendido
de jóvenes radiantes;
con música en las calles,
poetas y pintores.

Papá salvaba vidas, mamá endulzaba vida
y todo era de esferas,
las casas, la concordia, personas, personajes,
los ríos, las quebradas.

Ciudad de las naranjas,
Gelindo Casasola. Calligaro el poeta.


Después me llegó un Julio que nació en un septiembre,
Después me llegó Pablo, un fuego en un noviembre,
la cúspide de amor que inspiran nuestros hijos,
tu pie fundamental, tus ojos, tu mirada.

Después vi eterna a Tenerife,
isla indómita brusca, el sur de las tababaibas, dragos, higos y cáctus,
las cabras, matorrales, con las brisas azules
y sombras de la Luna.

Estoy sediento aquí,
entre dos aguas atlánticas pobladas de cristales.

El Sol se acuesta al fin
trayendo las ausencias.




viernes, 6 de mayo de 2011

CORCELES SOBRE ARENAS



El alazán vuela sobre arenas;
carga toda la sensualidad
de tu carcañal limpio, rosa,
desnudo y oceánico;
que despunta
delante de las ancas.
Donde galopas grandiosa.
Eterna.

Es un éter que me aplicas despacio,
femenino, dulcísimo.
Fragante,
glorioso.

Me persigue en mi bitácora,
me revuelve los sentidos.
Me aturde con sus silencios,
su figura  y  danza suave.

Qué grande la esperanza del encuentro,
qué grande la pupila del caballo.
Qué inmensa tu mirada parda oscura.
Tu hermoso fondo de ojo.