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martes, 13 de diciembre de 2011

FRONTERAS





Saltan pasaportes
líneas    fronteras

este inmundo trepidar
de leyes contra hombres

la persona cobija a sus
hijos
no pregunta por balcones,
puertas,
domicilios

le basta el amor
como única barrera
indomable



miércoles, 30 de noviembre de 2011

ADVIENTO




ADVIENTO


Trata de que tu mirada sea libre.

Rafael Cadenas

Rápido. Se dispone la persecución de las luces
Mientras vuelan inmersas  nuestras razones de vida.

En el pavimento de nuestras esencias, 
De las huellas, respiraciones,
Sístole, diástole de nuestras profundidades.

Allí donde el color se exalta.
Allí hacia donde disparas tu mirada.

La lluvia se transforma
En una fina pared transparente
Que esconde las angustias que ocurren
Por nuestros cielos encapotados del alma.

La levedad que existe en nuestras entrañas
Se lamenta del suceso de la tristeza, de las tormentas,
Resaltando alegrías y afectos.

A ver si un rayo
Te ilumina el corazón
Y afloras con humildad tú yo sublime.

Sal a ver la grandeza del crepúsculo,
La inmensa sensación del intenso amanecer.

Todo cambia a diario,
A cada momento,
En la densidad del instante
Y el cosmos nos colma
De alegrías en las miradas.

Estoy de acuerdo. Es tiempo.
Hay que salir y respirar las alturas y a los astros.



sábado, 12 de noviembre de 2011

DIOMEDES AUSENTE




DIOMEDES AUSENTE


¿Cómo se escribe el obituario de uno mismo?
Ricardo (Rico) Ríos

No consigo despertar en Mérida
Sin pensar que viene,
Que viene por mí, a vacilar,
A reír, a consolarnos de nuestras mismas desgracias.

Me niego.

Allí tiene que estar tocando la puerta,
Cargado de ecuaciones, paraboloides, poesías y
Con pasos de música brava caribeña.
Con oceánico acento del oriente venezolano,
De impecable presencia matemática. Con su Morro de Puerto Santo,
Acalorando “El Modulor” de Le Corbusier o
Con su sabrosa discusión sobre asuntos de poética
Y profunda filosofía.

Altazor.

¡Bárcenas! Este amanecer es duro.
Diómedes, qué va ser de nosotros
Sin tu incansable alegría y vida. Estupor, estudio, trabajo
Y la más sabia humildad.

No es explicable tan rotunda ausencia,
Así como es impensable la furia que me provoca este silencio.

Espero, de verdad, que llegaré a tu momento de nuevo.
Solo así, me lo perdono.
Diómedes qué difícil este mundo sin ti.

Un trago de ron, café
Y literatura.

Qué amargo bolero tu escapada.

Mi corazón es un aguacero.









viernes, 11 de noviembre de 2011

EL HIERRO 2011




EL HIERRO 2011


Ceniza y sangre de la tierra
De estas islas de volcanes

Las arenas como piso
Para agradar tus pies

La continuidad existe
Entre tantos
Pálpitos y silencios

Estás sobresaltado

Llovizna en nuestros corazones
Sin parar y es por el triunfo
De los charcos,
Lodo y penumbra arriba
Y el océano ardiendo

Nos espera la ansiedad y el grito de la calle,
Además del paso de los astros,
El verbo hecho carne

Él yacía inerme en lo profundo




martes, 25 de octubre de 2011

EL RÍO




De espalda el río
Serpientes y lagartos caminan por los verdes

El río dispara aguas
Caudales
Lágrimas

La calle anuncia silencios
Mientras unos cuantos gritan
Piden
Acusan


Pasos y suelos

Y la gran garganta
Que es una gruta
Apasiona vida:
Allí estás
Allí estoy

Por este río lloró
Conmocionó las aguas
Tembló la tierra



sábado, 1 de octubre de 2011

Otoños



Otoños

Abrázate a mi... no te voy a fallar...
Boris Larramendi, Conga Nocturna

Una brisa pasa amarillenta-rojiza
Como un animal curiosamente herido

Gotas, aguas y barro

Atmósferas sepias por la tarde

                                                     Otoños

El frío amenaza mi costumbre veraniega
Y yace en el piso mi ilusión marina,
Mi recuerdo bravío del Caribe angustiado

El río subterráneo espera con avidez
Un nuevo registro de aguas y ritos
Y un derrame de calma para sus nervios crispados:
Allí su nuevo ensueño
Su inmensa esperanza,
Otoño

El mar de calma que soy
Revive
Absorto
Hoy

Hoy el tamaño del arco iris
Y la respiración compleja
Hoy la parte inferior de mis desgracias
Hoy la magnífica iluminación del sol y la luna
Hoy porque aquí estoy contigo como siempre con
Mi corazón realengo y en harapos pidiendo misericordia
Y una cabalgata de afectos

Lo que más temo es a mis propios escalofríos


sábado, 17 de septiembre de 2011

VIDAS 3


VIDAS 3


Es así la belleza de la sencillez,
Todo riachuelos y calles discretas
Con los colores y la pureza
Del afecto:
El mejor sentido de la vida.

También he visto un extraordinario río.
Desde allí había logrado admirar
El  correr y vibrar de
Saltamontes, los zumbidos de abejas y las
Inconcebibles mariposas nerviosas,
Gorriones y azulejos: pájaros que fueron
Candentes habitantes de mi niñez.
Los peces guppys de todos los colores
Y las sardinas saltarinas,
Fueron mis duendes encantados
En las riberas del Albarregas.

Mérida está en la ausencia de los matorrales
Y de los fríos incandescentes
De mi corazón.

Allí duermo el sueño
Escondido de mi respiración
De infante.

Allí viví las transparencias de Fran y Celina.
Mi feliz vida con mis hermanos.
Viví, en particular,
La inmensa sonrisa de Carlos Eduardo,
Mi hermano menor cargado de devoción
A los mayores. La mirada más bonita
De Francisco (mi padre) e Isabel (mi abuela). El amor químicamente puro.
Compañero con Julio de inocencia y adolescencia.
Carlos “Pachico Mayor” con profundo rostro Cárdenas.

Renuncio a la canallada,
Como homenaje y respeto a mi menor hermano:
Carlos Eduardo. Un imprescindible poeta loco.




sábado, 27 de agosto de 2011

VIDAS 2


VIDAS 2

¿Qué haces, luna, en el cielo? Di, ¿qué haces,
oh silenciosa luna?
Sales de noche, andas
viendo desiertos, y después te escondes.

Giacomo Leopardi



He sido un malabarista,
acróbata indigno de los aires,
saltimbanquis caído por los suelos.
Todo un circo de pobres y raquíticos.
Las palabras y el viento me acompañan
con pájaros felices e infelices.

Revisa todos los instantes,
allí es que está lo denso
de la vida.

Nietos de poetas, filibusteros y
y gitanos.
Hijos de callejones cálidos y estrechos, como la casa en que nació mi padre.
Era una casa porteña y pequeñita,
bañada de sol ardiente,
más que mínima radiante
en nuestra cosmogonía.

Mi madre era un canto,
más que errante, de Leopardi.
Bernardo Moncada era mi abuelo;
poeta militar que fue malherido
por la diabetes. Constante, sereno, fraterno y afectuoso.
Enemigo de la egolatría.

Y Bernardo, es mi mayor hermano,
este es el signo que
dignifica a mi padre y a mi abuelo.
Cómo proyecta humanidad, personas, templos, raíces,
Remienda y resuelve edificios
en la historia. Proclama la soberanía del Cosmos.
Construye  monasterios, aviva arte.
Apaga los incendios.

¡Ay! querido hermano,
qué pequeño disparate
he resultado.


viernes, 19 de agosto de 2011

Es demasiado bella su mirada



Es demasiado bella su mirada

a maure

Puede ser obscura o miel
Suave traza de terciopelo marrón

Esas miradas
Profundas
Obcecadas
Inmensas y
Hasta celestes
De las mujeres
De las Islas
Canarias

Nombre de roca
Y mixtura

Volcanes sagrados impregnados
De la suavidad atlántica

Qué pozos tan profundos

Qué estupor producen
Estas pupilas

Qué bellas córneas
Ocelos
Noches con Luna
Iris

Qué envidia de mirada
Dan las mujeres del archipiélago

Allí estás tú,
Y yo, ahogándome
En tus lacrimales



jueves, 4 de agosto de 2011

VIDA

A procurarte la alegría
Pablo Neruda
 



De la forma indiscutible
Que es la vida

La queremos cerrar
Y ella resiste

Le canjeamos las venas
Las arterias
Y su líquido fluye
Consciente y testarudo

Le trancamos la vía
A punta de puñales y pistolas

Y ella sonriente nos
Devuelve
Más vida
Vida
Vida
Vida
Más vida



domingo, 24 de julio de 2011

VIDAS 1


... ; nací en el Equinoccio, bajo las hortensias y los aeroplanos del calor.
     Tenía yo un profundo mirar de pichón, de túnel y de automóvil sentimental. Lanzaba suspiros de acróbata.

Vicente Huidobro, Altazor o El Viaje en Paracaídas





He querido vivir
tras la pista de los luceros.
Como Gelindo Casasola Calligaro, Stalin Gamarra y
Arturo Maccanti (tal vez los poetas
más grandes que he conocido
en carne y huesos)...
O con todos los
dardos de palabras de Leopardi, Ungaretti o
Montale.
Con los nervios de punta o la serenidad
de Eugenio Montejo.

Enamorado de la cetrería,
con visiones de naranjos y almendrones.
También tras la pista de sus aromas
en todas las tierras que he pisado.

Pero palabreo sobre  Julio,
mi abnegado hermano. Con
su siempre impresión de sabio
y trovador. Lo sabía todo. Lo sabe todo.
Es médico y alquimista,
entregado pero cauto. Profundo
cultor de la inteligencia,
iba detrás de mi para protegerme
en mi tozuda  ingenuidad de la calle 41.

Ha sido un perenne brillo sideral
su magnífica presencia:
es una inmensa construcción
de espigas de trigo.
El cosmos me premió con su vivo ejemplo
de dulzura y atención.

He querido vivir tras la pista de los luceros, repito…


martes, 19 de julio de 2011

ESTUPOR




Con alas de terciopelo verde
El verano irrumpe
Inundándonos las pupilas
Con la soledad del sol.

Así, la vida me alumbra
En este atlántico valle de azules y aguas.

El misterio siempre te da espera
Profunda
Como esos verdes que dejamos y este azul
Que nos acontece.

La mirada se inmuta, se permite, se afianza
En la ternura de los colores
Mientras suenan las trompetas de jazz
O de Bach
En el cerebro.

Allí te espero,
En la dulzura de los paisajes y la vida.

Allí, acompañado de los mirlos
Y los perros de la calle.

Te espero como soy.

Como yo soy: pequeño y burdo.


lunes, 27 de junio de 2011

HABEAS CORPUS




Que tengas tu cuerpo
Escandalizado por la ilusión,
Decantado en ruinas yo,
Bajo el espectáculo
De los luceros.

¿Será qué existe
El acantilado?

Dios. 

Todo lo que quiero:
El lenguaje
De
Aves y  mariposas.

hábeas,
hábeas,
habeas
corpus .

Allí iré
A contarle
Los huesos a mi perro,
Interrogado por mis
Solemnidades.
Al borde del instante.
Donde eres la
Más bella.
La más bella. Sin duda.

La más bella
Alrededor
Del sístole,
O el diástole.
Donde las rodillas
Vuelven a ser la primavera.

Yo con toda la
Vergüenza.
Dando la cara
Por ti.

Complicado, como me gusta.



jueves, 16 de junio de 2011

SEPIAS


                                                                              
Del último horizonte la vista excluye.
Mas sentado y mirando interminables
Espacios tras él, y sobrehumanos
Silencios, y profundísima quietud
Giacomo Leopardi, El Infinito

Había un ruido inmenso
De San Ramón a Canónigos
Allí mi abuela soñaba
Dulce de toronjas
Jamás amargas
/Amarillas las conchas y dulcísimos recuerdos
Rosalía Imelda Flora

Caracas era la capital del cielo
Los vecindarios se amaban

En Catia mi otra abuela
Amansaba la calle para los hijos
Para  sus nietos
Calles de inmigrantes rosados
E inmensos
El Guaire

Allí también andaba ella
-Mamá- Celina
Pelo negrísimo largo                        
En una piel de perla tan blanca
Como negros eran sus ojos
Los Flores
El  Atlántico
-Papá- Francisco
Monte Piedad

Los sueños de los hombres cantando
Por el Valle de Cabré
Cubanos Canarios Gallegos
Asturianos Vascos Portugueses
Alemanes Italianos Árabes Andinos
Orientales Colombianos
Caraqueños…

Negros blancos canelas rojos pardos tintos

Sepias
Sepias
De mi pequeña Venecia
La mia piccola Venezia
Venezziola


jueves, 9 de junio de 2011

La voz de Zacarías




Ajeno y torcido en las caídas,
translúcido vivo
callado en ésta,
la selva
intransferible de
fieras y noches.

Soy un torpe,
un mortal más,
incoherente y pecador.

Cansado con
hambre y  despacio esperando tranquilo
la llegada del solsticio,
tomando la mano y el agua:
San Juan, la luz más larga sobre el hombre.
La voz de Zacarías.


miércoles, 25 de mayo de 2011

A propósito de las desgracias...

A LOS VECINOS DE LORCA, CON AMOR Y RESPETO.


UN LUGAR DE SOL NACIENTE
Un siglo en tu regazo
sin patria
sin amigos
sin camino que pueda emprender
Qué delirio, el territorio de la oscuridad
Ko Un, En tu regazo

Lugar sereno,
secreto
frente al mar.
Japón Korea Vietnam China.
Personas circunspectas.
Plantas aromáticas.
Un lugar de sol naciente.

Cada sombra acontece
paralela a las luces,
noche negra que impartes dolor:
La grieta oscura también existe,
de sobra, en mis diástoles sístoles.

Escriben los espacios de
las nieves y las lunas.
ese naranjo en flor,
este aullido de perro,
esta persecución.

Al lado de Ko Un
poeta oriental profundo,
porque es sencillo
como su sabiduría antepasada.

Las islas se hermanan en su continuo
andar de los océanos.
Archipiélagos profundos. Tierras.
Frío al norte,
frío al sur
y esta lluvia de palabras
que recuerdan la aventura
asiática vital más allá,
del siempre más allá,
de Eugenio Montale,
que enhebraba palabras
con el cielo.
A propósito
de la poética de la desgracia.


lunes, 16 de mayo de 2011

ENTRE DOS AGUAS


























a mis hermanos



La cabalgata más extraña
de jinetes salpicados de mar

Gelindo Calligaro Casasola


Poblados de corceles callados. Jardín de la 41, San Francisco.
La calle. El parque Tibisay.
Bajo  la brisa un  río, el gran río Albarregas.
Ruidos de colibrí, cayenas, pinos, rosas, verdes y pomarrosas.
Estampidas de pájaros
y un perro sobre un muro.

Esa calle es de estrellas y cielo enamorado.

Cuando era niño: era Mérida.
Una ciudad tremenda:
un útero,
un latido,
un adverbio encendido
de jóvenes radiantes;
con música en las calles,
poetas y pintores.

Papá salvaba vidas, mamá endulzaba vida
y todo era de esferas,
las casas, la concordia, personas, personajes,
los ríos, las quebradas.

Ciudad de las naranjas,
Gelindo Casasola. Calligaro el poeta.


Después me llegó un Julio que nació en un septiembre,
Después me llegó Pablo, un fuego en un noviembre,
la cúspide de amor que inspiran nuestros hijos,
tu pie fundamental, tus ojos, tu mirada.

Después vi eterna a Tenerife,
isla indómita brusca, el sur de las tababaibas, dragos, higos y cáctus,
las cabras, matorrales, con las brisas azules
y sombras de la Luna.

Estoy sediento aquí,
entre dos aguas atlánticas pobladas de cristales.

El Sol se acuesta al fin
trayendo las ausencias.




viernes, 6 de mayo de 2011

CORCELES SOBRE ARENAS



El alazán vuela sobre arenas;
carga toda la sensualidad
de tu carcañal limpio, rosa,
desnudo y oceánico;
que despunta
delante de las ancas.
Donde galopas grandiosa.
Eterna.

Es un éter que me aplicas despacio,
femenino, dulcísimo.
Fragante,
glorioso.

Me persigue en mi bitácora,
me revuelve los sentidos.
Me aturde con sus silencios,
su figura  y  danza suave.

Qué grande la esperanza del encuentro,
qué grande la pupila del caballo.
Qué inmensa tu mirada parda oscura.
Tu hermoso fondo de ojo.


jueves, 21 de abril de 2011

STABAT MATER



“estaban su madre y la hermana de su madre”
San Juan


Stabat Mater, allí
Donde le duele
Al universo

Donde la mentira
Demostró
Su poca gallardía
Y mucha indolencia

Él, que se hizo
Humano
Vio en su sangre
La capacidad de destrucción
Que corre por nuestras
Venas

Pero allí estabas
Madre,
Con toda tu
Galaxia de
Dulzura herida



jueves, 31 de marzo de 2011

ANOO




Entre la hierba, bajo mis pies,
incluso una brisa suave es tempestad.

Ko Un


Agotas la tormenta
con la quietud serena de un abrazo.

Esta estampida de vida
tiene el sentido exacto de las cosas,
pero la exactitud
y la belleza
también se equivocan en ríos y hasta océanos.

Nunca te he visto triste
tras esa intensa mirada de faros negros
y piel hermosamente bronceada
por la naturaleza.
El pelo negrísimo también.

Tus manos de rayos humeantes de dulzura
y la humedad en los labios finos
labrados por linajes de India,
esa extraña tierra madre que no aparto de ti
los sándalos sublimes.

Te sueño ahora, en primavera,
cuando nada está triste
y los suelos perfuman los amores.

Una suave palabra en una brisa
atraviesa el Teide y el Atlántico
para ti.



sábado, 19 de marzo de 2011

ROSALÍA


Por mí, ni un odio, hijo mío,
ni un solo rencor por mí,
no derramar ni la sangre que cabe en un colibrí,
Andrés Eloy Blanco, Coloquio bajo el olivo  



Me contabas historias
de poetas y de vida. Alegrías
de anís y vino rojo. Tinto.

Sensible como Andrés Eloy, Cruz Salmerón,
sucrenses y eternos como tu;
Rosalía,
Chalía.

Paleógrafa de los astros, historiadora,
autentica cronista verbal de Caracas.
Archivo de libertad.
Un cuadro de Cabré tejido con palabras.
Criolla, castiza, perfecta Montcada.
Tu letra era de transcribir
colinas y documentos
llenos de llanura,  páramos y bravura
en la Casa Natal de Bolívar.

Caracas. Altagracia,
El Pasaje Sevilla,
Parroquia San José.
Chalía: un corazón ardiente,
con la inmensa presencia de Bernardo Moncada
en tu cara,
tu adorado padre ausente.

Mar azul de Cumaná y Margarita.
La leyenda que te perseguía, Lila, Puerto Cabello, mamá Petra,
la tía Emilia, Las Canarias.
Tu hermano  Fran,
Don Manuel Pinto,
Maruja Villalba, Luis Alberto Coimán,
Julio Flores.

Raúl, Emiliana, tus desvelos.
Nancy, Francito.
Tía Carmela, los Luna, Las Brito.
Generosa, gratuita, prudente.
Un océano de amor y delicadeza: Rosalía.

Los sobrinos, tu propia patria.
El Caribe, tu entrañable mar
de ilusiones y angustias.

Celina.

Porqué te vas.
Porqué te fuiste.


miércoles, 9 de marzo de 2011

El Mar



Y el mar, se abrió paso en la tierra hasta lograr la identidad total.

Seamus Heaney





Cuánto tiempo con la camisa rota,
Un hueco en el estómago,
Otro en el sentimiento.
Un grito, un alarido y
Esta herida húmeda, abierta y
El húmero desnudo.

¡Qué voy hacer, Señor,
De este día
Despedida de inviernos!

No escapan
Los hombres más sencillos,
Para vivir la historia
Hasta los tuétanos.
Se van a lo profundo.

La totalidad está en todos,
La causa, la verdad
Y el verso hecho de carne,
En esta sequedad que nos
Produce el verano.
Siempre este calor de fuego
Nos devuelve a la mar,
Al líquido que somos:
Aire, tierra, agua, más agua.

Ya vendrá aquí
El murmullo y la lluvia
Con su brutal sonido.
Cartas sobre la mesa
Y un canto en el océano.


domingo, 27 de febrero de 2011

BLUES SOUL



Humilde y negro
Es el sonido del Blues

Me lo contó
Muddy Waters
En una noche de
Luna llena
Entre copas de
Whisky de contrabando
Y cantos de Godspell

Humilde como toda
La música que sale
Desde los labios del
Cosmos

Un canto para humanos
De carne y hueso
Con enfermedades y fatigas

Llenas de parásitos
Las almas

Pero esplendorosos
Iluminados y
Libres
Como el
Arcángel Gabriel

Hágase conmigo
Según su
Palabra 


viernes, 11 de febrero de 2011

A PROPÓSITO DE LAS GARCETAS BLANCAS DE DEREK WALCOTT

“…
los ojos tras dos lentes que se empañan, aurora,
ocaso, los mudos estragos de la diabetes.
Acéptalo ya  con frases impasibles, con
un acuerdo esculpido que fije cada estrofa,
aprende que la brillante hierba no se guarda
de garceta inquisidora ni nocturna réplica.”
Derek Walcott, Garcetas blancas





La ida nos hace así, garza, garceta blanca, Walcott.
Todo un plenilunio de palabras bordadas en azul
desde un pico largo, pescador, amarillo, transeúnte y
grandioso desde el aire y los elocuentes vuelos.
Lloro el largo camino recorrido en torno
a cantidad inaudita  de guijarros y sonrisas.
Es lo que nos va constituyendo paso a paso.

Blanca garceta y nube grande y fuerte y
un arroyuelo como un océano de azul fiesta.

Es verdad que vemos y rodamos sobre idas y venidas
y las contradanzas de la veleidosa vida.
Pero tu allí, entre los fríos del norte de la América
y después abajo, el incansable Caribe, que pone tus dedos morenos/
sobre los signos, para navegar sobre  vientos y palabras.

Dedos morenos garza, garcetas blancas de memorias  y la
cobriza tez que nos hermana. Caribe, Atlántico y nuestra inmensa
calle africana. Que me queda a mi, que te incluye a ti.
A pesar de las blancas tempestades
que como las garcetas, también nos unen
en torrentes sanguíneos rebeldes e imprecisos.

Perdona mi atrevimiento Derek.
Disculpa que te tutee. 



miércoles, 2 de febrero de 2011

CALAMBRES CARDIÁCOS



Aquí me planto
en este mismo instante,
en este instante idioma.

Stalin Gamarra Durán, El olor de la sombra



Manufacturar palabras, la sordidez de vida,
qué difícil tarea, qué duelo de cañones.

Quería la suavidad del algodón
pero no su duro cultivo por esclavos.
Es tan raro el sortilegio de la existencia.
Sus fines de premuras y la cercanía de la muerte
cosechándonos los pasos.

Hoy por mi mañana por ti,
reza en el cementerio de Tabay,
cerca de las aguas termales y las colinas verdísimas de savia.
De subsistencia intensa, como de verdad habría que vivir,
sin acomplejar las culpas y los triunfos que proclaman
los mediocres. Los ególatras. La muerte.

Que me llenen de respiros las palabras, su perfume, su fuego
y sus caricias. Su mirada. Más vale el firmamento creado a expensas de  las aves,
que mis inútiles y absurdos malestares.

De los que están allí para hacernos infelices,
ya lo sabemos todo. Su amor por los fallecimientos, sus increíbles
deseos de grandeza. Su infamia y falta de coraje. Su forma permanente de descalificar
a  la persona. Su odio al Cosmos imbatible.

Qué difícil la palabra. Qué bella su imagen, qué inmensa
en mi mísera presencia.
.