ESCANDALIZADO

ESCANDALIZADO

Por los árboles quemados después de la tormenta.
Por las lodosas aguas del delta.
Por lo que hay de persistente en cada día.
Por el alba de las oraciones.
Por lo que tienen ciertas hojas
en sus venas color de agua
profunda y en sombra.
Por el recuerdo de esa breve felicidad
ya olvidada
y que fuera alimento de tantos años sin nombre.
Por tu voz de ronca madreperla.

Álvaro Mutis

a M. A.

Es el escándalo de tus ojos profundos

lo que me pierde

como si fuese el pañuelo

húmedo del sudor de Neruda.

La cabalgata de ensueños de Borges en tus cielos.

O mi simple cansancio

de mago de un circo desvencijado...

Pero el sol no calla

y la luna

prepara tu noche.

¡Ay! de todas las constelaciones,

¡ay de mi!

que persigo luceros.

La vida contigo

es una vertiente interminable

de verbos y pájaros salvajes.

La vida es cosa cierta

mientras suplico

tu presencia en este mundo

del desmemoriado.

¿Será tu alba de Altazor,

tu viaje de paracaídas?

20.11.2013

LA REALIDAD POR EL AGUJERO DE LA HERIDA

LA REALIDAD POR EL AGUJERO DE LA HERIDA

El vuelo está

allí

El cínico moralista

nos asfixia,

corta las alas

Nos convierte en pájaros malheridos

Porque

Siempre hay alguien

que te espera,

me espera

¿Porqué no lo

vemos?

Está,

porque

actúa.

Nos responde con

sencillez

Nos enseña el vuelo

y de los astros,

su luz profunda

DEUDOR

DEUDOR






Tenías un corazón delator


Tengo un corazón delator


Todos escuchábamos tus pasos
de campos de trigo
y girasoles


Todos clamábamos tu nombre
de coral y aguamarina


Allí dejé mis ropajes
de trapos sucios


Yo, caído y en desgracia,
clamo tú gloria
y la alegría


Debo todo,
soy un mala paga,
aún cuando
vislumbro tú luz
hermosa y dolorida


Qué le vamos a hacer...


Soy un deudor

COMO LOS PÁJAROS NOCTURNOS

"...

o como el fuego, o como el mar.
Hace vibrar árboles, ropas,
abrasa espigas, hojas secas,
acuna en su oleaje
los objetos que duermen en la playa..."

José Hierro

Estaba pensando
la línea sagrada que establece la mirada


Yo, un estúpido cualquiera


Pero persona
como alguien que respira


Que camine o no


Pero sí, uno que grita en silencio
como los pájaros nocturnos


Aquí mi atenta forma de otear
aunque no parezca,
con mis negros ojos,
sobre el azul profundo del océano
Atlántico


Donde convive la profundidad
con el pensamiento más rudo


La voz de la ánima

AZUL

No sé si calculé

mal el ciclo

o mal la nube

Las palabras vuelan libres

y en la atmósfera

no existe la tiranía

Sólo tú

y todos los que salimos

a defender los pájaros

Disculpa que te distraiga

si escucho el rumor del silencio

El mar me atrae

como un compañero más

de los peces y las algas

HILO DE ROCAS

Yo habito un hilo de rocas

que de extremo a extremo

me conmueve

No soy un acto de fe

pero

camino imaginarios cauces siderales

en la orilla de la vía

Allí estás tú

llevando atardeceres

y lloviznas

para cuerpos y procesiones

Los días gritan tú nombre

MIRADAS

MIRADAS

Vengo de un reino extraño,

Vengo de una isla iluminada.

Rafael Cadenas

La prisa la sacudimos sin complicar a los demás

Que siguen su paso.

Pero nos interesa la mirada,

La piel sobre la piel.

Los ojos y la persona

En si.

Su canto y su diluvio.

Si voy corriendo

No puedo observar.

Pierdo el color,

La respiración y

Mi ánimo hacia la luz común.

El paisaje.

Las circunstancias, el instante,

Todo lo que nos une.

Mi esperanza en ti, en

La pupila azul del mar.

El estupor salvaje.

La isla enciende brillos

Y en mí,

Mi ánimo se llena

De música y verbo.

Este es el discurso de la mar.

CARACAS

El ser de todas las cosas procede de la belleza divina.

Tomás de Aquino

Me experimento en

La nada, opaco.

Aún siento el aroma,

El violento hálito,

De los techos de zinc amontonado

En las sufridas casas

Sobre montes de Caracas.

Ese olor metálico que asusta.

Su sonido en la lluvia.

Agua que cae,

Cerro abajo,

Sangre y gris férreo.

Y sin embargo tú,

La grande y humilde

Belleza de la mirada.

Ávila,

Wararaira Repano.

Allí Manuel Cabré

Pintó sin lágrimas.

TIERRA DE GRACIA

Ya no se puede concentrar.
Londres es húmedo,
en cada habitación alguien tose.
Nunca le gustó el invierno.
Copia antiguos manuscritos
muchas veces, sin pasión.
El papel es amarillo
y quebradizo como la tuberculosis.

Adam Zagajewski

Debo pasar desapercibido

Ante tanta belleza,

Tanta luz

Como estandarte.

El cielo se cruza al amanecer

Con prismas de colores.

Estoy en la tierra de gracia,

La pequeña,

La aturdida,

La resplandeciente,

Que esconde entre los verdes y sepias

Todas las vergüenzas.

Y luego lava su carita

En el Caribe indomable,

De fuego húmedo su geografía.

De fuego lento de amor su historia.

La luna se confunde

Y el sol se marcha ofuscado…

Y sin embargo un turpial.

EL INSTANTE, EL ESTUPOR

EL INSTANTE, EL ESTUPOR

Dios solía premiarme

con cosas muy pequeñas:

una hoja caída pegada en un cristal

o una gota de lluvia.

Cyprian Norwid

Admiro la precisión

Astral del instante,

Su calle sagrada.

Permite entender, un poco,

Los temblores del corazón.

Creo reconocer mi parte obscura

Sin hipocresía o moralidad.

Mis hijos son los

Luceros que me guían,

No hay frontera ni molestias

En mi caudal sanguíneo.

En ellos está mi fuerza y

En el gran cosmos: Dios.

La luna

Podría ser mi escondite.

Pero.

La vida, es esta.

Esta sinfonía inacabable.

La cabalgata que se anida

En los corazones.

Sin embargo,

La brisa surge despacio

En esta tarde de verano

Con caballos en mi mente

Que corren despavoridos,

Exageradas intranquilidades.

Un día salvado,

Un día de más.

La perplejidad es la costumbre.

El estupor es el instante.

PERFUME DE MI MADRE

La bruma nocturna,

La calima

Y estas ansias indescifrables de abrazarte,

Isla.

Antes estuvimos allí,

Verde sobre verde y el azul marino

De la belleza salvaje, escandalosa

Y envolvente de la costa caribeña.

Y sin embargo hoy, azul. Azul Atlántico también.

Y cielos celestes como los de Suramérica.

Aquí, a tu lado.

Sobre y por debajo de ti,

Isla.

Nací entre dos aguas

Y mis recuerdos son

Desde el olor de la lluvia

A los suaves perfumes de mi madre.

Su ingenua sonrisa en su blanco rostro.

Y mis hermanos como ríos salvajes,

Y mi padre, Sangre por vida,

Vida por sangre. La vida por tango.

Recuerdo con dulzura

El perfume de mi madre,

Isla.

No somos brisa cósmica

a   M,

No somos brisa cósmica.

Nadie lo puede todo:

Los abalorios,

La tierra,

El maravilloso trueno de los astros,

Y esos veleidosos pájaros incandescentes.

Sólo Él, que es el cosmos,

Los días nuevos

Y mi melancolía.

Pero,

Todo vuelve nuevo,

Cuando ella sonríe.

OLA INMENSA

Ilumínanos 

Como si fuésemos cientos de pájaros,

Ahora que el invierno se fue

Y la primavera alcanza apenas el sol.

Sé que también esperas

Como un relámpago las

Texturas sabias de la luz,

Mientras me muero por tú mirada,

Por la tenue brisa de tus pasos, isla.

Azul de la ola inmensa.

ISLA II

ISLA II

Estoy calado aquí

Estupefacto

Y de cara al viento, isla

Pensándote,

Contando los azules

Y mirando la dulce agresiva

Ola que me expande

Sus versos,

Isla:

Brote de tierra y de galaxias

La luna contigo

Es un gran espectáculo

EL SOL ARENGA

Cuando el sol arenga

Caminas cansado por la arena y

Tu paso asusta a la incertidumbre

Porque no paras de avanzar

Pese a los rayos y los azules

Que fatigan.

Pero la música es eterna

Y tú sabes que todos somos finitos.

Menos los que viajan por los aires

Y cambian permanentemente

Exaltando los saltos de lo cotidiano.

Pero esto es difícil

Y hasta los mesiánicos mueren en el intento.

Solo trasciende el que oye a su corazón

Y el escándalo del corazón de los demás.

El que grita demasiado fallece,

Y con él,

Sus miserias.

Así van

Pasando los días

Con la mirada firme

En el Atlántico sublime.

Con la frente en alto

Conduciríamos un barco en alta mar

Para respirar brisa y libertad sin fronteras

Ni controles

En este día de primavera.

POÉTICA MARINA

“pero después, espero liberarme y terminar mi vida entre las brisas de una isla española en el Atlántico, en las Canarias”.

Ko Un

Abrumado estoy,

Acostumbrado a obrar en los silencios.

Es el sonido inmenso

De la sangre que murmura

Por la orilla.

Es esa, la gran catarata

De la luz

Que no se apaga.

Desapiádate de mi, pero

No me abandones.

Acierta entre las nubes blancas

Del papel

En que te escondes.

Trazos, rayas, letras,

Iluminaciones,

Imaginaciones,

Navegaciones,

Vida.

Dispénsame alegría, también tristeza,

Encuentro con si mismo.

Azul, blanco.

Eres

La ola intensa.

LA ISLA

LA ISLA

La isla que cada ser humano lleva consigo.

Andrés Sánchez Robayna

Ojos,

Hombres,

Mujeres,

Ciudades,

Ciudadanos;

Persona.

Algo leve se padece;

Imperceptible convive

Con la sabia

Ilusión

De las contrariedades,

Isla.

 La claridad del frío

También deslumbra.

Nieve y sol,

Agua

Y escándalos de luces y

Verde,

En la isla.

Robinson  Crusoe

Y las plantas húmedas

Cruzan pensamientos,

Palabras,

Obras,

Firmamentos en todo el cosmos 

De la porción de tierra.

Universos y piélagos.

Azul,

Azul celeste.

Los ojos de la mar.

SIEMPRE EN LA PUPILA

SIEMPRE EN LA PUPILA

La Vía Láctea disfruta de las  irradiaciones

Insulares,

De blancos y azules

De estupor.

Este temblor terráqueo,

Entre las aguas.

Azulado,

Escapado,

Acosado;

Pensando en los oleajes asombrosos

Desde el detalle de la orilla,

En la perplejidad del astro que te mira.

Llegaremos como siempre

Aún después del anochecer.

No sé a dónde isla,

Pero allí donde el azul cruza la iluminación

Y ratifica la potencia vital

Del carcañal desnudo por la arena.

ENMASCARADOS

Estoy aquí,

A la sombra viva de las islas.

Su razón acuática celeste.

En pleno sol

Les digo:

Al norte de Suramérica

Vivíamos como amantes.

Enmascarados,

Como pájaros cardenales

Solíamos aclarar

Todas las veleidades.

No había disparos.

Había certezas de manos abiertas

Y vuelo de gavilanes.

Qué mala espina la envidia,

Qué mala conseja la intolerancia.

Deja que el amor

Asfixie tus pupilas de Auyantepui,

La belleza que derrota

La ignominia que respira en la

Traición a la persona, a las personas.

Vivo converso e isleño,

Entre las brisas de montañas

Y pinos a donde van las miradas de mis hijos.

Camino al mar, la mar. en la ola inmensa

Que crece sin parar.

PUPILAS

PUPILAS

…

calma en la hierba, y contra el muro puse
la mano en su quietud. Tocaba el mundo.
Tocaba un orden, una calma, el aire
entre el mar y la acacia, y recordaba

…

ANDRÉS SÁNCHEZ ROBAYNA

Rueda un arcoiris

En torno a mi

In-significante pupila

Negra

El viento ardiente

De la espera del pueblo

En este siglo de

Dardos y verbos

Sueltos

Esta es la calle

Que se vuelve

Fiera recurrente

Para nuestro insípido

Estupor

Sangre

Piden sangre

Y cristales rotos

La huellas de las ideologías

Rompen todo

Rompen corazones

Cristales rotos

Con rocas de la tierra

Isla

Tuya, mía

La calle

La calle

Calle

Callé frente al azul del mar

La ola inmensa

La soledad insular

SOBRE LOS COMENTARIOS

Sobre los comentarios:

A veces caen cruces y péndulos

Pesados

Que creen invertir

La fuerte velocidad de la luz.

La vía asesina se muere en el corazón.

Allí no puede haber engaño, tristeza, sobresalto.

Dulce la angustia cuando

Es por Otro,

Por otros.

La azul verdad del cielo

Canta en nuestras mentes

Por la vida,

La palpitación,

La  tierra de las pasiones.

Ahora sepia.

Después

El número áureo.

Así vamos.

Una lluvia de luciérnagas

La vida se esfuma

En o, con el tiempo;

Pero mientras está la aventura diaria

Y el inefable color,

También la noche.

Daban muestras los ánimos

Frente a la brutalidad de la belleza.

La vida es un

Don

Prestado por momentos

Para alegrar la vida, las vidas.

Las personas.

La luz te guía en el mundo…

Nunca invoquemos la muerte,

Sólo

Él

Pudo vencerla.

Una lluvia de luciérnagas

Es el camino,

La brutal vía.