Ajeno y torcido en las caídas,
translúcido vivo
callado en ésta,
la selva
intransferible de
fieras y noches.
Soy un torpe,
un mortal más,
incoherente y pecador.
Cansado con
hambre y despacio esperando tranquilo
la llegada del solsticio,
tomando la mano y el agua:
San Juan, la luz más larga sobre el hombre.
La voz de Zacarías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario