Si supiera
de qué color van
realmente las atmósferas
No pido claridad absoluta
sino afecto
allí
donde la tierra se eleva
al horizonte de la querencia
o donde el mar reclama amor
Los perfectos no existen,
y yo sí,
prefiero mi cúmulo de errores
Me incomoda (mucho)
la arrogancia
del que ya sabe qué eres tú,
quién eres,
para acomodarlo a su manera
No quiero perfección
No quiero corrección
No quiero la intolerancia,
que ahí
comienza el abuso
Prefiero a los mendigos,
prefiero los abrazos
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