OTOÑOS EN LA ISLA
Hemos tocado
Cada fibra cardiaca,
El pulso de los colores
De nuestra propia
Intencionalidad y rostro,
En el vuelo glorioso de un cóndor
Así como en
El universo mínimo
De la huella dactilar,
Donde radica la humilde identidad.
Esa especie de murmullo de ondas
Carnales como olas marinas solemnes atlánticas
Esta tarde sabe a otoño
Y la brisa fresca
Y la memoria
Golpea los rostros
Y volcanes
Ante la mirada suave
De las cabras
No creo en visas,
Ni pasaportes,
Solo en la presencia cardinal de las
Personas
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