Cuando el sol arenga
Caminas cansado por la arena y
Tu paso asusta a la incertidumbre
Porque no paras de avanzar
Pese a los rayos y los azules
Que fatigan.
Pero la música es eterna
Y tú sabes que todos somos finitos.
Menos los que viajan por los aires
Y cambian permanentemente
Exaltando los saltos de lo cotidiano.
Pero esto es difícil
Y hasta los mesiánicos mueren en el intento.
Solo trasciende el que oye a su corazón
Y el escándalo del corazón de los demás.
El que grita demasiado fallece,
Y con él,
Sus miserias.
Así van
Pasando los días
Con la mirada firme
En el Atlántico sublime.
Con la frente en alto
Conduciríamos un barco en alta mar
Para respirar brisa y libertad sin fronteras
Ni controles
En este día de primavera.